Los destellos metálicos no tienen estación, ni lugar determinado, porque implican una luz artificial, disco-ochentera, que hace que visualices en la retina una película de ficción.
Los tejidos que se prestan a ello son el lamé, el lurex, los vinilos... Los tonos que nos ofrecen, dorados, plateados, neón...
Así que para empezar una temporada con fuerza y positivismo, nada mejor que el metal en su estado puro, tachuelas, placas, hebillas, brillos de lamé, y mucho glamour.
Con energías renovadas de las vacaciones, perfectas para empezar una buena semana!
Feliz lunes!!
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