Puede ser que lo que más pereza nos de a la hora de pensar en un look para una ceremonia, sea tener que llevar un incómodo atuendo.
Nos resistimos a tener que soportar la altura de los tacones, el bolso en la mano, el vestido de princesa y el resto de complementos con el que rematamos la agonía...
Pero a veces, las prendas más llamativas a menudo son las más ligeras, las más fáciles de llevar y las que hacen de nuestro outfit un acierto inolvidable.
La organza, el gazar de seda, la tafeta, y los algodones mercerizados, son esos tejidos voluminosos que otorgan una importancia que no consiguen otros.
Así que yo limitaría el color para los zapatos y el clutch, añadiendo toques metalizados, pieles nobles, charol. Y para dar el toque exótico, un turbante es ideal!
Feliz Martes!!
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