viernes, 27 de junio de 2014

El cielo azul, y una copa de vino

La larga espera estival por los días de vacaciones que tenemos, es una de las peores agonías que existen cuando uno vive en una urbe enorme.
El asfalto te atrapa, las fiestas a las que acudir van disminuyendo, el trato con el calor va empeorando porque siempre pierdes... y tú sólo puedes pensar en escaparte, a donde sea, a descansar, a respirar de verdad por una vez en el año, a desconectar, a aprender a vivir como se debe vivir: tranquilo y feliz.

Sin embargo, hay poco que se pueda hacer al respecto, quizá unos tragos de un cóctel de paciencia, buen humor y adaptación al medio... y unas dosis de claridad mental y espontaneidad.

Personalmente no entiendo una terraza donde no hace un poquito de fresco, que para eso están en la calle, pero con calorazo también están bien!
Así que aprovechando que la ciudad ofrece pocas alternativas de disfrute veraniego auténtico(no disfrazado de súperplanazo), lo mejor es ponerte tacones, arreglarte como no lo harías en algún otro sitio, y disfrutar del cielo azul y una copa de vino.

Mi post de hoy, en celeste a rayas, de tendencia, y los socorridos burgundy y negro, que dan un toque fashion a cualquier velada estival, de noche y de día.

Feliz Finde!!!


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