Si a la mayoría os pasa como a mi y tenéis pocos eventos matrimoniales a los que acudir este año, no os volváis locas intentando buscar lo imposible y lo más especial, porque es un tormento innecesario.
A veces pasamos por alto que las opciones clásicas funciona, por eso siguen siendo clásicas...
Y me refiero a colores, y a formas también. Aquí yo me salto las reglas, porque no he creído jamás en protagonismos robados y absurdos, la novia es la novia!, jamás una invitada será la novia.
Opta por líneas sencillas en los patrones, sutiles drapeados, lazadas incorporadas en el vestido, algún pliegue escondido, y nada de largos ni de estampados; En los colores elige a los de siempre, como si fueses acompañado de un familiar: blanco, negro, gris, marino y rojo, no te fallarán.
Y dale vida con complementos en colores alegres y en contraste, que el look sea rotundo y que acapare, al menos, la atención de alguien cuando te hayas ido de la fiesta...
Ya en la mitad, Feliz Miércoles!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario