Casi recuperados del stress postraumático que produce el regreso a la rutina después de tan merecido descanso, los planes en la ciudad comienzan a agolparse en la agenda, los deberes, los quehaceres diarios ya vuelven a salir por inercia, las obligaciones adultas acechan, volvemos de nuevo al cole! .
Se ha pasado tan rápido que no nos hemos dado cuenta! Atrás van quedando los resquicios de días de ocio, ecos lejanos de conversaciones sin prisas entre humo de amigos, el bronceado de nuestra piel, que ya se esconde, comidas literarias, paseos sin destino y absoluto relax.
Si hay algo que me encanta es la sensación que tenemos la mayoría de querer mantener durante todo el año, para el largo invierno, un trocito del lugar visitado en verano.
Y lo hacemos con fotos, con aromas que nos recuerdan a ese lugar, ó con prendas que allí usamos y compramos en mercados locales.
Ahora, vistas desde la perspectiva de nuestro lugar de origen, nada pintan ya.
Pero volverán, seguro, el próximo verano. Igual que vuelve el cole.
Feliz Miércoles!!
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