De esos escasos momentos que se pueden aprovechar en invierno, cuando los rayos del sol madrugan y comienzan a colarse entre las nubes...
Y a media mañana sientes la calidez de un día que se recogerá pronto, pero que al menos te habrá dejado esa sensación maravillosa en la piel, y en la cara, y en los ojos, y en el alma!
Algo así sucede cuando se va un ser querido. Vienen a la cabeza los buenos ratos, y se te encoge un poco el corazón al reirte recordando, al saber que ha sido como los rayos de sol entre las nubes, calentando rinconcitos de ti y dejando maravillosas anécdotas, formando parte de un elenco de personajes insuperables y de tu misma sangre.
Prepara los colores de ese escaparate soleado, azul, amarillo, blanco, gris, y echa una mirada al cielo , encontrarás toda tu inspiración.
Allí, personalmente, ya tengo un equipo de primera que cuidará de mi.
Feliz Finde!!
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