El patrón clásico de una estructura importante, la embergadura de un imponente edificio que cubre los cuerpos endebles de la muchedumbre y la necesidad de sobresalir de la masa, entre todos los cimientos grises de bloques de inmortal piedra destaca siempre un azulejo con dibujos pintados a mano antes de entrar a cocer al horno de su diseño.
Esto es lo que hace la esencia de un abrigo, alberga el lujo y la impostura de una personalidad especial. Genio y figura.
Feliz Jueves!
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